Si bien la panacea no existe, las webs de cashback parecen destinadas a alentar el presente y el futuro de las ventas del e-commerce y a constituirse en la más eficaz alternativa de marketing para las empresas que venden por internet.
El funcionamiento del cashback es tan sencillo como motivador: es un gran centro comercial en internet que reúne tiendas y consumidores. Cuando un usuario realiza una compra a través del portal de cashback, la web vendedora abona una comisión que el portal revierte íntegramente al comprador mediante una transferencia a su cuenta bancaria o PayPal.
Las tiendas venden más y los usuarios ahorran
No hay que buscarlo porque no existe. El negocio es rentable para cuantos participan: las tiendas incrementan sustancialmente sus ventas, la web de cashback genera ingresos por dar visibilidad a las empresas adheridas y los usuarios ahorran un dinero. Todos contentos.
El cashback no es un invento reciente ni un sistema que esté a prueba. Este modelo de negocio lleva más de una década funcionando con éxito en el mercado anglosajón, primero en Estados Unidos y especialmente en el Reino Unido, donde el 20% de los internautas ya son adictos a este tipo de webs.
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